Porque tal como dijo Platón hace ya muchos años, "la vista es al cuerpo como el pensar al alma".

Los que viven allí o van de forma habitual conocen prácticamente todos los rincones de su geografía, como Goyo padre e hijo, y por supuesto Darío que se patea cada día distintas zonas cuidando de sus cabras.
Yo voy poco a poco conociendo nuevos sitios, ya conozco bastantes, pero aún queda tela que cortar.
De Norte a Sur, desde el Valle del Rincón de Palacios, lindero con el valle turolense de Valtablado, hasta la Hondonada, de la que hablaré otro día, son muchas las zonas a conocer.
Durante nuestra estancia en Navidad tuvimos tiempo de hacer alguna excursión por la zona, y como tenemos interés en explorar las zonas potencialmente más frías del término, Goyo me dijo que íbamos a visitar el denominado Barranco Ruz, que pensaba que podía cumplir con los requisitos que ya hemos comentado en alguna ocasión para ser un buen lugar de inversiones térmicas.
Yo sabía poco de este lugar, solo conocía su nombre y que estaba en la zona sur del término. Ciertamente había estado en otras ocasiones muy cerca, pero nunca había llegado a contemplar este pequeño y bonito barranco.
Así que nos dispusimos a hacerle una visita acompañados de la familia.
La ruta es bien conocida, pues parte del pueblo y se dirige hacia la Reclova. Justo antes de llegar nos desviaremos hacia un camino que sale a mano derecha y comenzaremos un largo descenso hasta llegar a la Fuente del Berro, aunque en vez de llegar hasta el mismo rento, seguiremos descendiendo paralelos al arroyo que pasa por él (arroyo de Fuentefría) y que se dirige hacia el Cabriel, en un mínimo tramo que transita dentro del término zafrillense.
Es el mismo camino que hay que seguir para visitar la Torca Grande y el Torquín, que dejaremos atrás para seguir descendiendo un poco más.
Muy cerca ya del rento de la Hondonada, un sitio por el que pasé el año pasado de refilón viniendo de San Pedro y que prospectaré más detenidamente ya que debe ser un lugar bestial para inversiones, dejaremos el coche, si queremos dar un pequeño paseo.

Está realmente bien cerrado prácticamente a todo su alrededor, solo abriéndose muy poquito hacia la llamada Cañada de Casimiro, único sitio donde se puede escapar algo de frío, aunque bien cerrado por pinos. Está rodeado por montañas entre los 1420 y 1470 m, y el fondo del barranco está a 1320m. Realmente me gustó mucho el sitio y allí situamos uno de nuestros sensores.
El barranco continúa con una larga y recta subida bastante empinada que da directamente al Collado de Los Laneros, casi 1 km más allá, donde estaremos a tiro de piedra de la Torca Grande (unos 500 m). Desde ahí comenzaremos de nuevo a descender hasta el mismo camino que trajimos desde la Fuente del Berro, dando por terminada la travesía.
Veremos hasta dónde es capaz de llegar este escondido barranco durante este invierno, si es que las condiciones son propicias. El viento apenas soplaba en su interior, cuando en las cimas de alrededor rugía como una fiera.
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