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sábado, 3 de junio de 2017

La búsqueda del frío: la barrera de los -30ºC

La búsqueda de las zonas más frías de nuestro país es una actividad apasionante que se viene desarrollando por los aficionados desde hace unos diez años. Es entonces cuando se comienzan a monitorear distintas zonas potencialmente frías tratando de ver si alguna de ellas logra batir los récords que actualmente imperan en nuestra querida piel de toro.

Como sabemos, las temperaturas mínimas extremas registradas en España fueron los -32ºC en el Lago Estany Gento, en el Pirineo leridano, en la siberiana del 3 de febrero del 56, en lugares no habitados.

Entre los habitados, Calamocha se sitúa en cabeza con los -30ºC del 17 de Diciembre del 63, aunque el registro fue medido en la localidad cercana de Fuentes Claras, donde se sitúa el aeródromo.

Pero todos nos preguntamos si se habrán superado en algún momento y lugar esas cifras, a lo que tengo que contestar que con toda seguridad.  Solo hay que pensar que si Estany Gento registró -32ºC a una altitud de unos 2100 m, y al ser una ola de frío advectiva, donde a medida que ascendemos las mínimas descienden, en sitios como el Aneto, a 3400 m es seguro que se batió esa cifra y de lejos.

Y viendo el comportamiento de Calamocha en los últimos 10 años, aunque evidentemente marca mínimas muy bajas en ocasiones, suele ser batida con regularidad por otros polos del frío situados en el Ibérico Sur, como la Reclovilla o el Rincón. Y también por otros polos habitados, como Alcalá de la Selva o Fortanete.

Pero nadie midió de forma homologable la temperatura, con lo que todo se queda en simples conjeturas. Por que lo que no se mide, no se conoce.

Todos hemos oído hablar a personas que aseguran que tal día ellos vieron en el termómetro de su coche cierta temperatura bestial, o alguien que les dijo que midió en cierta ocasión otro registro superlativo.

Yo he oído historias de personas que dicen que en La Veredilla cierto día en los coches se bajaba de los -20ºC. Y seguro que es cierto, no es nada excepcional, pero no podemos más que tenerlo en cuenta a la hora de seleccionar nuestros sitios. También hay historias de pueblos en donde se han medido menos de -30ºC, pero en este terreno las cosas hay que demostrarlas. Y eso es lo que hacemos los aficionados. De hecho aún no hemos registrado en La Veredilla una mínima más baja de los -14ºC ( en los últimos 3 años).

Los aficionados a la búsqueda del polo del frío más frío, dedican mucho tiempo y dinero a esta actividad. Invierten en material que no es precisamente barato, y se pegan largos viajes y caminatas hasta los lugares elegidos donde situar sus valiosos instrumentales. A veces sufren robos, como nos ha ocurrido a nosotros, pero no cejan en el empeño. Su ilusión les hace superar todos los contratiempos.

Cada vez que se anuncia una ola de frío se calienta el ambiente, los foros echan humo y se abren debates muy interesantes. Las estaciones que suben en directo sus datos a internet se siguen incluso en plena madrugada, y todos suspiran porque sea su estación o su sensor el que marque la temperatura más baja del episodio.

Tras las olas de frío muchos de ellos se dan la paliza de recoger los datos para ver hasta dónde han llegado sus sensores, y publicarlos rápidamente en los foros para que todos los conozcamos.

Gracias a la labor de todos ellos tenemos una serie de datos muy valiosos, sobre todo de los últimos 10 años, de las zonas más frías de la Península.

Y alguno os preguntaréis, ¿y se han llegado a registrar valores inferiores a los que yo he puesto anteriormente aquí?

Para eso tendréis que leer la siguiente entrega.

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