
Esto puede ser una excelente noticia para los que gustan de ponerse en manguita y pantalón corto, aunque eso de quitarse capas, como las cebollas, supone exponer a la vista ciertas curvas o partes del cuerpo que quizás no nos guste enseñar.
Y aquí viene lo que denominamos "Operación Bikini", que ha comenzado en todo su esplendor, y ahora todo el mundo se da prisa en perder unos kilos y tratar de recuperar rápidamente una figura a toda costa.
Y los circuitos de entrenamiento, en concreto el nuestro, se llenan ahora de runners circunstanciales, de esos que no salen si hace malo, claro está. No verás a ninguno de ellos en días de lluvia, viento y frio, pero ahora se suma hasta el apuntador a eso del trote cochinero.
Afortunadamente la mayoría duran poco, lo suficiente para comprobar que perder esos kilitos, o kilazos de más, no es cuestión de dos telediarios, sino que exige tiempo, esfuerzo y mucho sacrificio.

Al ver esos 2 kilos de menos en la báscula el corredor (generalmente corredora), se suele poner a pegar botes de alegría por el resultado obtenido en tan escaso tiempo invertido, deduciendo él solito que aquello es realmente un chollo, que funciona y de qué manera.

Para los que corremos igual en invierno que en verano, haga frío, lluvia, viento o nieve, lo peor es sin dudarlo el calor
El frío se combate abrigándose y generalmente una vez te calientas no hay demasiados problemas. Y la lluvia es a veces una bendición, sobre todo en este tiempo. En invierno no es demasiado problema si no es torrencial, aunque nunca he dejado de correr porque llueva. Si miro al cielo es para saber qué indumentaria ponerme.

Con esto quiero decir que el calor no tardará mucho en echarse encima por estas tierras del Valle del Guadalquivir, y ya superamos los 27. Afortunadamente el fin de semana nos dará un ligero respiro, y podría hasta llover, pero ya "de esos cocos, pocos".

Efectivamente entre 2012 y 2016, ambos inclusive, salen las 5.
Yo le contesté que perdonara el error, y que ¡cómo pasa el tiempo!. Parece que fue ayer cuando corrimos la primera en 2012.
Han sido 5 experiencias muy bonitas en las que me siento muy orgulloso de haberlo ayudado a tan importante reto.
He recuperado algunas de esas llegadas, con calor, con frío con lluvia, y menos con nieve, casi con todas la condiciones climatológicas posibles.
Y excepto este año, que ha terminado realmente bien por su excelente preparación, parte de la cual fue en altura en el pueblo, todas han sido un auténtico calvario pero que finalmente han terminado con la victoria.
Porque todo el que logra terminar, vence. Vences a la distancia, al agotamiento físico y mental, a los dolores y muchas cosas más. Juras que no volverás a correr para retractarte un par de horas después de cruzar la meta.
El que esté haciendo calor en toda España no quiere decir que por la zona del Ibérico no haga frío. Y buena prueba de ello es que las estaciones más frías siguen marcando valores bastante por debajo de cero, con heladas importantes, aunque a mediodía las máximas superen los 15ºC.
Y tanto La Veredilla como el Collado Verde han vuelto a ser de las más frías una vez más, con -3,5ºC esta mañana.
Subo las gráficas de ambas estaciones, la de La Veredilla es la de arriba, y podemos ver que son casi idénticas, con una excelente curva inversora que no se ha roto en La Veredilla, donde el viento suele estropear habitualmente unas mínimas prometedoras.
Y es que el Collao Verde nos tiene realmente encandilados con sus mínimas, quedando habitualmente entre las más frías de la zona. Ya dijo Martín que allí se le helaban los tomates en agosto, y no puede ser más cierto.
Goyo visita el pueblo este puente, y colocará la garita un poco más separada de la zona de labor del huerto, para que se puedan mover sin temor a dañarla con las labores de siembra. Y la moverá solo unos metros a un sitio aún más resguardado, buscando ese plus inversor, siempre huyendo de los sitios donde pueda entrar el aire.
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