

Este tranquilo archipiélago del Pacífico sur, que lidera el ranking de países más felices del mundo (el llamado índice de planeta feliz, donde España no aparece ni entre los 50 primeros, y con los recortes bajará muchos más puestos), de un cálido clima subtropical, que dista unos 2500 km de las costas orientales de Australia, y exactamente 17.703 km desde mi casa, y cuyo prefijo radioamateur es YJ0, he tenido oportunidad de contactarlo con mi equipo y antenas en 3 ocasiones entre 2001 y 2005, y tengo la confirmación en casa de esos contactos.
No es fácil contactar con esta zona del globo terráqueo, al igual que todo el Pacífico, pues se sitúa casi en nuestras antípodas, y las ondas deben atravesar zonas polares o cercanas a ambos casquetes, con gran distorsión de las mismas por tormentas electromagnéticas que conocemos como Auroras Boreales.
Se encuentra entre las islas Salomon al norte (prefijo H4) y el territorio de ultramar francés Nueva Caledonia (prefijo FK) y la isla Norfolk australiana (VK9N) al sur, de los que también conservo tarjetas de comunicados (llamados QSO por nosotros).
Bien, pues ya que estamos situados geográficamente, este paradisíaco sitio ha sido golpeado por uno de los tifones (así se llaman los huracanes en el Pacífico) de categoría 5, uno de los mayores que se recuerda, y nunca antes esta zona había sido golpeada por un huracán de semejante virulencia. Los vientos sostenidos han sobrepasado los 320 km/h (más o menos la velocidad máxima de un Fórmula I), y la devastación en la isla ha sido casi total, aunque ha variado según las zonas, pues el archipiélago se extiende de norte a sur unos 1000 km y hay cientos de pequeñas islas, muchas deshabitadas o donde habitan aún tribus autóctonas melanesias.
Hay que tener en cuenta que allí las construcciones no se hacen de ladrillo y cemento, sino que en su mayoría son de madera, muy frágiles, y evidentemente no han aguantado el empuje de este tremendo huracán.
Los muertos se cuentan por decenas, se ha pedido ayuda internacional y va a ser muy difícil reconstruir un país que básicamente vive de los turistas, la mayoría australianos y neozelandenses. Afortunadamente los complejos hoteleros son los que mejor han aguantado por su mejor construcción.
El ciclón Pam, que ha borrado todo signo de desarrollo en la isla, ha hecho retroceder a la isla 50 años atrás.
Hay que tener en cuenta que todas estas islas se encuentran en una zona de tifones, y a veces se ven afectadas por ellos.
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