Día Meteorológico Mundial

Tradicionalmente el 23 de Marzo se considera el día Meteorológico Mundial y por consiguiente de todos los aficionados a esta bella y todavía desconocida ciencia, que no deja de sorprendernos.

Hace unos días hemos podido observar un eclipse de sol, que sabíamos que iba a producirse desde hace muchos años, al igual que sabemos que tendremos otro eclipse similar en agosto de 2017 que predecerá al fabuloso eclipse total de 2026, que muchos esperamos llegar a ver. 

Al contrario que los fenómenos astronómicos, muchos de ellos absolutamente predecibles, en meteorología aún no se ha podido llegar más lejos de 48 -72 h de precisión a la hora de predecir lo que pasará en una zona determinada. Y todo esto a pesar de los adelantos de los que disponemos, sobre todo la ayuda de los satélites. En esta incertidumbre estriba la grandeza de la Meteorología, en su caprichosa deriva que aún no somos capaces de predecir con precisión, sobre todo a más de 3-4 días vista. Y es algo que seguimos viendo diariamente. Seguimos cometiendo errores.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), en cuanto sucesora de la Organización Meteorológica Internacional, fundada en 1873, tiene como misión fundamental apoyar a los países del mundo a prestar servicios meteorológicos e hidrológicos destinados a proteger la vida humana y los bienes frente a los desastres naturales relacionados con el tiempo, el clima y el agua, salvaguardar el medio ambiente y contribuir al desarrollo sostenible. 
Ello no puede llevarse a cabo sin las observaciones, investigaciones y operaciones necesarias para fomentar la comprensión y los conocimientos sobre el tiempo y el clima.

Desde 1961, el Día Meteorológico Mundial conmemora la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del Convenio por el que se estableció la Organización Meteorológica Mundial y la contribución esencial que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales aportan a la seguridad y el bienestar de la sociedad. Cada año, las celebraciones se centran en un tema de actualidad.

El tema de este año, "del conocimiento climático a la acción por el clima", trata de hacer un balance de los conocimientos climáticos acumulados en los últimos decenios, a fin de hacer frente a los próximos retos que tenemos que afrontar, sobre todo el ya comentado cambio climático y la variabilidad del clima en todo nuestro planeta, y llegar a conocer las consecuencias de lo que parece que, inevitablemente, ya está sucediendo, y que si no lo remediamos irá a peor.

A pesar de que las predicciones meteorológicas son solo predicciones, casi todos consultamos esas predicciones cuando vamos a hacer un viaje, una excursión a la montaña o a la playa. Y hay trabajadores que dependen de esas predicciones para programar sus actividades, como los agricultores.

A pesar de que las predicciones nunca son certeras al 100%, con los adelantos actuales las predicciones a 5 días tienen la misma fiabilidad ahora que hace 25 años una predicción a 48 h.

Aún así, seguimos atentos por ejemplo en advecciones frías para ver a cuántos grados bajo cero serán capaces de llegar nuestras estaciones, ya que las predicciones siempre son aproximadas, y solo hay que recordar la ola de frío de febrero y las nevadas que no se recordaban en toda la zona norte peninsular, algo que realmente no se esperaba que fuera tan intenso. Lo mismo ocurre en las olas de calor.

Nosotros seguiremos aportando nuestro granito de arena, divulgando el conocimiento de esta bella ciencia, y los datos meteorológicos de todas las estaciones que administramos, y por supuesto alertando sobre el cambio climático y el progresivo calentamiento global, del que todos somos partícipes, el consumo responsable del agua, la reducción de emisiones atmosféricas, el reciclaje de residuos urbanos y muchas cosas más.

La lucha contra el cambio climático comienza en cada uno de nosotros.