Llevamos un par de meses sin dejar de hablar de tèrminos como ciclogénesis explosiva, y de las múltiples depresiones que, en procesión interminable, se estrellan una tras otra contra las costas británicas, provocando inundaciones que no se conocían en los últimos 50 años. De forma indirecta están afectando a las costas cántabras, causando un sinfín de problemas.
Esas depresiones tienen todas un nombre propio, en este caso de mujer, y si sois un poco curiosos, seguro que os habéis preguntado de dónde vienen esos curiosos nombres.
En el caso de los nombres asignados a los huracanes caribeños y tifones asiáticos, son elegidos por la OMM (Organización Meteorológica Mundial). Así ha ocurrido con nombres tan famosos como Katrina, Mitch, Félix o Ida (lo que no sabemos si es algún conocido o algún familiar de algún miembro de la OMM, pero la gente de a pie no los puede elegir).
En el caso de las borrascas atlánticas, desde 2002 no es así.
El Instituto Meteorológico de Berlín sufrió durante ese año un gran recorte de presupuesto, y fueron precisamente los alumnos del mismo, futuros meteorólogos, a los que se le ocurrió esta brillante idea para financiar las múltiples actividades que allí se realizaban, y que precisaban bastante personal. Desde entonces, la nomenclatura de estos vórtices se asigna con nombres propios elegidos por personas.
Evidentemente no se permiten nombres ofensivos, vejatorios y cosas asi, y siguen un sistema cíclico. Los años pares, como el actual, las depresiones toman nombre femenino y al contrario las altas presiones. Los años impares sucede justo al contrario, y las depresiones toman nombres masculinos, así no hay peleas ni prejuicios.
El porqué del precio más barato de las depresiones, es porque son menos duraderas, y son más impactantes a nivel de titulares de prensa.
De hecho algunas pueden durar sólo unos días, como la que actualmente castiga las costas gallegas. Los episodios de altas presiones son más persistentes y pueden llegar a durar semanas, Evidentemente el nombre se mantiene hasta que la perturbación desaparece a su paso por Europa (aún podemos ver en la zona este de Europa las depresiones que nos afectaron días atrás y que ahoran castigan a los países más orientales).
Si alguno de vosotros estáis interesado en poner vuestro nombre a una borrasca, o regalárselo a un ser querido, podéis hacerlo a través de su página web, donde con todo detalle os indicarán cómo hacerlo. También podemos ver los que ya tienen nombre y los huecos que aún quedan libres. Violetta es la borrasca que actualmente nos afecta, y la próxima por llegar se llamará Waltraud. Una vez se agote el alfabeto, se comenzará nuevamente por la letra A. Lo más cercano a nombrar es la Q de la segunda vuelta del alfabeto, y posteriormente la W y la X. Hay que decir que se nombran todas las borrascas, no sólo las más profundas.
http://www.met.fu-berlin.de/adopt-a-vortex/tief2014/
¿Es una pijada, una gilipollez, una forma imbécil de tirar el dinero? Pues depende de cómo se mire. Algunos piensan así. Otros muchos guardan cola para dar su nombre a una de estas borrascas.
Como siempre, de todo hay en la viña del Señor.
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