Ha sido una noticia largamente esperada y que a los amantes de la meteorología nos ha llenado de satisfacción. Tras la desafortunada muerte de Victoria en primavera, la encargada durante más de 30 años de la recogida de datos, la estación corría serio peligro de desaparecer por dos problemas fundamentales: había que buscar un nuevo emplazamiento que Aemet considerara idóneo, y un responsable que diariamente recogiera los datos y mensualmente los enviara a Aemet. Han sido meses de largas negociaciones que parecen que por fin han acabado en buen puerto.
Antonio Navajas, íntimo amigo de Victoria (q.e.p.d) y con el que me une una buena amistad desde que lo conocí este verano, ha tenido mucho que ver en todo esto. Él quedó a cargo de la recogida de datos de forma interina porque su trabajo no le permitía la dedicación plena, y sus gestiones han posibilitado que la estación no desaparezca, algo que sería una pérdida irreparable para el pueblo.
En una de las últimas conversaciones que he tenido con Antonio me ha comunicado que hay nuevo emplazamiento para la estación y una persona que le gustaría tomar el relevo y continuar la labor de Victoria. Esa persona es una amante de la meteorología y tiene tiempo disponible para llevar la apasionante pero ardua tarea de recogida diaria de los datos. Antonio incluso ha gestionado unas pequeñas modificaciones que hay que realizar en la parcela donde va a ir ubicada la estación hablando con el Ayuntamiento de Rute para que asuma ese gasto.
Han sido varias las ubicaciones de las que se hablaba desde este verano para trasladar la estación. Incluso Antonio ofreció su propia casa como emplazamiento, pero Aemet no lo consideró idóneo para situar el pluviómetro. Parece que finalmente el emplazamiento elegido se sitúa a unos 500 metros del antiguo, ya dentro del núcleo urbano, lo que igualará las mínimas con la estación PCE de Meteoclimatic, de la que la separan no mucho más de 400 m.
Parece que el traslado se podría llevar a cabo antes de Navidad, y comenzar ya el año 2014 desde el nuevo sitio.
Desde aquí quiero felicitar a Antonio por su trabajo, ya que sin sus gestiones nada de esto hubiera sido posible y la estación habría desaparecido sin remedio.
Sin lugar a dudas, Victoria, desde el más allá, estará plenamente satisfecha.
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