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viernes, 11 de diciembre de 2015

La sequía enciende las alarmas

Ha terminado el puente de la Constitución, con un tiempo fabuloso que ha roto todos los récords en cuanto a turismo.
Hemos sido muchos millones de españoles y extranjeros los que nos hemos desplazado a otra partes de España para pasar unos días de relax, y durante el puente todo estaba atestado de gente.

Yo pasé parte del puente en Rute y ha sido realmente complicado poder visitar los distintos museos de la villa, porque todo eran colas. El domingo visité las ruinas de Medina Azahara, en Córdoba, o mejor dicho lo intenté porque era tal la muchedumbre que se agolpaba en la zona que desistí para hacerlo en mejor ocasión.

Las reservas en Córdoba estaban al 100%, y costaba moverse por el centro sin toparse con alguien.

Esta sería la parte positiva de este tiempo que nos acompaña, ya que evidentemente el consumo reactiva la economía y es indiscutible que si consumimos generamos riqueza y puestos de trabajo.

Pero si analizamos los últimos 40 días, donde apenas ha caído ni una gota en más de media España la cosa cambia bastante.

Fue allá por el puente de todos los Santos cuando vimos llover por última vez, y desde entonces solo hemos tenido altas presiones, que difícilmente bajan de los 1030 mb, lo que acarrea el famoso efecto de inversión térmica y esto es sinónimo en las grandes urbes de contaminación.

Hemos visto que en sitios como Madrid ha habido que tomar medidas drásticas por niveles de contaminación excesivos.Y si nos vamos a ciudades como Pekín, el problema es mucho mayor.

La zona centro de la Península, junto con Levante y también Andalucía, acumula un déficit hídrico muy importante. El otoño comenzó bastante prometedor, y a finales de septiembre recibimos con esperanza las primeras lluvias, seguido de un Octubre más que aceptable, donde en muchas localizaciones se superaron los 100 mm, y en algunas se rozaron los 200 mm.

De esas rentas estamos viviendo desde entonces y gracias a que la insolación es muy reducida y la evaporación escasa, aún la tierra conserva parte de su humedad y los árboles se han recuperado en parte del tremendo verano que han sufrido este año, con máximas por encima de 40ºC ya a finales de Mayo.

En zonas como Castilla-León la escasa humedad añadida a las heladas, que aunque no muy profundas se dan a diario, están haciendo peligrar muchos cultivos.Además en esta zona llovió menos durante el mes de Octubre.

El agua embalsada  no hace más que decrecer poco a poco, y las perspectivas para lo que queda de mes no son precisamente halagüeñas. No se divisa en el horizonte a medio plazo un cambio importante en la situación. Las lluvias se quedan donde siempre, en el cuadrante noroccidental y cornisa cantábrica y no llegan más abajo.

Y las perspectivas en un futuro no pueden ser peores. En la cumbre del clima se trata de llegar a un acuerdo de mínimos para tratar de que la temperatura aumente como máximo 2ºC hasta 2100. Si con un aumento de 1,5ºC desde la época preindustrial ya sufrimos cambios más que significativos, si aumentamos 2ºC más la desertización de gran parte del sur de España será una realidad. Y no es seguro que se llegue a ese acuerdo, con lo que el aumento podría ser mayor.

El escenario futuro en Andalucía será de estíos de seis meses, series de años con escasas precipitaciones, incremento de las temperaturas estivales, aumento de la evapotranspiración, es decir de la pérdida de agua desde el suelo, las masas de agua y los seres vivos, y posiblemente, años de precipitaciones invernales intensas, con efectos importantes de riadas. A todo hay que añadir una subida del nivel del mar entre 0,5 y 1,5 metros, con incidencias muy negativas. Otros consecuencias están relacionadas con las transformaciones en el paisaje, un recurso importante para Andalucía, así como en posible pérdida de biodiversidad.



En Andalucía ya llevamos años percibiendo los efectos del Cambio Climático, ya sea por la elevación de la temperatura media anual, Córdoba tiene una subida de temperatura media de 1,73ºC sobre la registrada en el período 1971-2000

Los pronósticos para un futuro cercano no auguran nada bueno, así, para el período 2040-71, la temperatura media en verano para zonas de Córdoba y otras de Andalucía podría elevarse entre 5ºC y 7ºC , tendremos pérdida de hasta 220 mm de lluvia anual, un tercio menos que la actual, y la pérdidas de humedad del suelo en similares proporciones, originadas por la evaporación acentuada por el calentamiento del mismo. Todo ello propiciará el incremento de incendios en nuestros bosques.
Evidentemente todos estos efectos afectarán de forma importante nuestra calidad de vida y pérdidas económicas cuantiosas.


En el mapa que muestro se predicen los días con una temperatura mayor de 37,5ºC para Julio de 2050. En la zona de la Vega del Guadalquivir, entre Córdoba y Andújar, todos los días del mes superarían esa temperatura.

Esperaremos a los resultados de la Cumbre del Clima, aunque personalmente soy bastante pesimista en esta cuestión.


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