Vistas de página en total

viernes, 23 de enero de 2015

Zafrilla: La visita al Collado Verde

Durante algunas entradas iré comentando las distintas excursiones que hemos realizado durante nuestra estancia navideña en Zafrilla, en las que hemos aprovechado para estudiar sobre el terreno las mejores zonas donde colocar nuestros sensores a la vez que hemos recogido los datos de 2 sensores que teníamos colocados, el de la Umbría del Oso y el de la Reclovilla.


La primera excursión que hicimos fue a los rentos del Collado Verde. El nombre de rento se le da en esta zona de la alta serranía de Cuenca a las pequeñas aldeas. El Collado Verde, dividido en un rento de arriba y otro 1 km más abajo, hasta los años 70 estuvieron habitados. Gloria, madre de Goyo nació aquí. Posteriormente quedaron desiertos y son solo un triste vestigio de lo que fueron. La mayoría de las casas están estado ruinoso, semiderruidas. Algunos amantes de esta zona han reconstruido alguna casa y vienen de vez en cuando.



Goyo fue a buscar a los caballos que andaban por allí, para subirlos al pueblo unos días. Yo abrí la expedición saliendo casi una hora antes haciendo algo de running, como preparación a la próxima maratón de Sevilla. Los días, aunque eran fríos a primera hora, sobre las 11 h el sol ya calentaba y se estaba muy a gusto.

A pesar del radiante sol, toda el agua que encontré por el camino estaba en estado sólido y el arroyo Zafrilla estaba helado, así como las distintas charcas o pequeños lagos que había por el camino.

Cuando ya llevaba unos 3 km me sobraba casi toda la ropa , pues hacía una temperatura excelente al sol. Conforme te vas acercando a la zona recreativa de la Fuente del Tejo, comienza un descenso abrupto hasta una hoz profunda, y bajas desde unos 1500 m de altitud hasta los 1300 m. La sensación que me produjo este empinado descenso fue de como si se me helara el alma , pues la entrada en la ombría de esta cárcava hizo descender la temperatura en segundos de unos 15 grados a menos de 0, cuando ya era mediodía. La impresión que me dio fue la de haberme metido en un congelador gigantesco, donde aún permanecía la nieve que cayó días atrás, y el arroyo era una torta compacta de hielo.





Tuve que echar mano de nuevo de toda la ropa que antes me había quitado, tapándome con el pasamontañas, la braga y los guantes. Había incluso carámbanos a pleno sol.



Estuve echando un ligero vistazo a la zona, y me gustó mucho como lugar donde podrían registrarse excelentes registros heladores, lo que me confirmaron posteriormente Goyo padre e hijo, así que decidimos monitorizar esta zona durante un par de meses, algo que hicimos un par de días después, visitando nuevamente la zona al atardecer con los niños. Subimos por un sendero que lleva a unas formaciones rocosas impresionantes, donde vimos incluso cabras montesas. Y visitamos alguna pequeña cueva.


Posteriormente seguí corriendo hasta el rento, donde volví a entrar en calor tras salir de aquella nevera. Cuando ya estaba en el rento de arriba llegó Goyo con los niños. Seguimos en dirección hasta el rento de abajo y unos 400 m antes dimos con los caballos. Goyo los cogió y los preparó para que los niños los montaran, e iniciamos a pie el camino de regreso al pueblo,a poco más de 7 km.



Un par de días después volvimos a la zona y colocamos una garita de platos que había construído con platos sueltos que me sobraron de otras garitas, quedando bastante bien.



Las vistas de la zona recreativa de la Fuente del Trejo desde la zona más alta son impresionantes.



El sensor lo hemos programado para recoger datos cincominutales, ya que es uno nuevo que regalé a Goyo, con capacidad para 32000 registros. Lo dejaremos hasta el mes de marzo, y si no lo roban, veremos hasta dónde es capaz de llegar, pero la zona creo que es muy prometedora.



Precisamente las nevadas caídas estos últimos días pueden potenciar mucho esas mínimas,ya que en esta zona la nieve aguanta mucho, pues no entra el sol en todo el día.







2 comentarios:

  1. La familia de mi abuela paterna procedia del rento de la Torre de las Veguillas-ò La Pelareja-.Mi abuela crecio allí con su abuela y mi padre me contaba que era un lugar extremadamente frio.Un invierno-debio ser a principios del s.XX-cayò semejante nevada que quedaron aisladas en la casa-cueva que habitaban.Desde Zafrilla salieron un grupo de hombres a rescatarlas.Creo que el lugar estaba junto a un rio.Saludos

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente Nicolás, antes las nevadas eran mucho más frecuentes y abundantes que ahora. Era muy común quedarse aislado en los rentos de la zona, sobre todo en los más elevados, como La Veredilla. Ahora es mucho menos frecuente ver nevadas como la que ha caído hace unas semanas. Lo mismo pasa con las temperaturas, antes las mínimas eran más bajas que en la actualidad, y estoy completamente seguro que en la Veredilla se habrá registrado alguna mínima inferior a los -30ºC durante el siglo XX.

    ResponderEliminar