A cuatro días para que acabe el mes, el que a priori se vaticinaba como un mes lluvioso, va a acabar como el Noviembre más seco de la historia. Hay sitios donde no ha caído ni una gota, y en otros como Zafrilla, apenas 5 mm.
Nada va a enmendar lo que ya es un año trágico en cuanto a lluvias, pero si había alguna posibilidad de maquillar un año pésimo, ya hemos gastado una de las balas, el mes de Noviembre. Ahora nos queda una última bala en la recámara para Diciembre, que esperemos acierte en la diana y veamos nubes y lluvia hasta el hartazgo.
No he visto nunca tanta ansia de lluvia en la gente, la sequía es tema de conversación, todo el mundo me pregunta si lloverá en los próximos días o semanas. La gente está triste cuando ve los cielos despejados, y encima soportamos altos niveles de contaminación.
Miramos al cielo con la esperanza de que aparezcan las ansiadas nubes y que estén preñadas de esa bendita agua que riegue los campos y llene los embalses. Y que devuelva el verde a los prados, que siguen amarillos como en pleno verano, completamente agostados y sin vida. Imploramos al cielo que descargue, y no nos importaría que en los próximos 3 meses no dejara de llover.
El maldito anticiclón azoreño que todo lo desvía como un frontón hacia Centroeuropa, apenas si nos ha dejado en meses, provocando altas presiones con máximas disparatadas. Cierto que las heladas por irradiación han tomado protagonismo y en las estaciones en que son propicias se han registrado mínimas muy destacables.
Los -11,4ºC del Collado Verde han sido los más bajos registrados en los últimos 5 años en nuestras estaciones, llegándose a los -17ºC en las hoyas más frías, como Vasequilla en Checa. Pero hubiésemos preferido mil veces lluvia y mínimas no tan bajas.
La semana que viene se pronostican lluvias para martes y miércoles, que parece serán más cuantiosas por el sur. Desgraciadamente por el Ibérico sur no lo serán tanto, aunque menos da una piedra, como se suele decir. Incluso podrían caer los primeros copos de nieve.
Pero volverá de nuevo el sol y la estabilidad para primeros de mes, y aunque luego alternará con algunos "nublos", nada hace pensar que las lluvias serán importantes hasta el puente de la Constitución. Y posiblemente agotemos la última bala sin dar en el blanco.
La cabecera del Tajo agoniza, al igual que la del Júcar, y lo comprobaremos en persona dentro de pocos días cuando recorramos el nacimiento de ambos ríos. Habrá que ver cuántas fuentes quedan que aún den algo de agua.
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