Acaba un año en el que hemos vivido grandes sensaciones, momentos que llevaremos siempre en el recuerdo mientras tengamos uso de razón, y en mi caso, hemos sido tratados bien en cuanto a salud se refiere tanto personal como de nuestros seres queridos.
Recordamos a los que estuvieron y que no volverán a estar, y damos gracias por poder contarlo un año más y no haber pasado a esa desconocida dimensión de la no existencia, de la que nadie vuelve (no se debe estar tan mal, pienso yo), y a la que tarde o temprano irremediablemente llegaremos, aunque esperemos que tarde.
Mientras alcanzamos ese estado intentaremos seguir contando un año más la historia que vamos escribiendo cada uno en nuestro libro personal.
Meteorológicamente hablando, que es de lo que trata este blog, el balance no ha podido ser más positivo. Hemos consolidado nuestras estaciones, hemos evolucionado mucho en nuestros conocimientos para hacerlas más estables, y sobre todo yo, he aprendido un montón de cosas nuevas, que jamás pensaba que pudiera llegar a hacer.
Eso me ha permitido poder ayudar a Goyo en las arduas tareas de mantenimiento, y siempre que he podido he hecho una escapada al pueblo para acompañarlo. Ha sido mucho trabajo pero que nos ha repercutido muy satisfactoriamente, sobre todo en nuestro disfrute diario viendo cómo toda la maquinaria compleja que supone llevar adelante todo este tinglado, cada vez está mejor engrasada.
Hemos estabilizado estaciones tan complicadas como La Veredilla, que desde que la pusimos en funcionamiento hace más de 2 años, no ha dejado de darnos problemas.Tanto ella, como Collado, ahora van como la seda, y disfrutamos cada día de sus datos y sus imágenes.
Hemos mejorado considerablemente las prestaciones de la estación Davis del Río, y ahora sus datos lucen casi a diario entre las más frías de España, dando nombre a Zafrilla por todos sitios.
Y hemos afrontado nuestro reto más difícil, llevar una tercera estación solar al sitio más frío del término, aún seguimos trabajando en ello y lo volveremos a hacer en unos días, y esperamos conseguir que sus datos sean estables y sus fotos lleguen cada mañana a casa mientras nos tomamos un desayuno. Creo que esas imágenes cada mañana nos dan fuerza para afrontar nuestra dura jornada laboral.
Además hemos contado con la ayuda inestimable de Jesús y Ángel, que siempre se muestran dispuestos a venir con nosotros allá donde vayamos, y cargar con lo que haga falta. Creo que hemos hecho un gran fichaje y les agradecemos enormemente su colaboración.
Solo esperamos que en el año que comienza en unas horas nos trate al menos igual de bien que el que acabe, que sigamos con fuerzas para continuar con el Proyecto Meteorológico Sierra de Zafrilla,y el resto de estaciones, además de seguir compartiendo momentos inolvidables como los vividos este año.
Nosotros volveremos a viajar al pueblo en unos días, para pasar la primera semana del recién estrenado 2018, donde intentaremos dejar a punto nuestra última estación solar.
2017 se ha caracterizado por ser tremendamente seco, y en el pueblo han caído 470 mm, más de un 30% menos de lo habitual. Las fuentes agonizan y algunas incluso se han secado, algo nunca visto. También ha sido más cálido de lo habitual en temperaturas medias, aunque las mínimas en el último tercio del año han sido más bajas de lo habitual. Este año volvimos a registrar -20ºC en Enero y se llegó a casi -18ºC durante los días más fríos de últimos de Noviembre. Vamos a ver 2018 qué nos depara en cuanto a lluvias, nieves y mínimas extremas, esperemos que mucho de todo.
El año termina con temperaturas inusuales para finales de Diciembre, realmente suaves, aunque mañana volverán a bajar. Los cielos se mantendrán relativamente estables hasta la víspera de Reyes, donde parece que se cuece algo importante viendo los modelos a largo plazo. Podríamos tener una importante depresión, que igual hasta es bautizada como Carmen, el siguiente nombre de la lista de borrascas con entidad que Aemet ha establecido. Parece que las cabalgatas este año lo van a tener difícil, podríamos incluso tener nuevas nevadas, aunque siempre son bienvenidas.
Lo tendremos más difícil para movernos esos caminos de Dios, pero nos alegramos porque hace falta mucha agua. Solo reiterar que debemos velar por conservar este maravilloso patrimonio natural que es el término de Zafrilla, y seguir muchos años disfrutando de estos maravillosos parajes, que te cargan las pilas cada vez que vas.
Solo me resta, en nombre de los que hacemos posible este proyecto, y en el de nuestras familias, desearos lo mejor para 2018.
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