Hemos ido hablando en anteriores entradas de los diferentes polos del frío españoles, principalmente centrados en la Cordillera Cantábrica y sus maravillosos Jous , el Valle de Liordes, el Pirineo, con la Hoya Paul, el Prepirineo oscense (Sierra de Guara) y sus Llanos del Cupierlo, o el Pirineo Navarro y su Dolina de Larra-Camalonga.
Todos han batido esa barrera mítica de los -30ºC o se han quedado a unas décimas
Y en el sur, los Campos de Hernán Perea, donde ya se han medido los -26ºC en los pocos años que se llevan estudiando por los aficionados. Y hay otros polos andaluces potencialmente heladores como la Sierra de las Nieves en Málaga, que en su primer año de estudio ya ha marcado unos excelentes -18ºC.
Pero todos estos sitios son inhabitados, zonas especiales orográficamente, dolinas, poljés o Jous, con sus características especiales, algunas muy aisladas y de difícil acceso, con condiciones idóneas y que han sido elegidas por los aficionados precisamente por ello.
Pero si nos trasladamos a otro nivel, a los polos del frío habitados, nos llevaremos más de una sorpresa.
Ya sabemos que el top en zonas habitadas lo sigue marcando Calamocha con -30ºC el 17 de diciembre de 1963, seguido de Molina de Aragón con -28,2ºC. No se han registrado mínimas tan bajas en sitios poblados desde entonces.
Si analizamos registros oficiales de sitios habitados veremos que son bastante numerosos los polos del frío que se distribuyen por nuestra geografía. Dejando para el final los del Ibérico sur, la otra gran zona de polos heladores, Castilla-León está sembrada por pueblos que han roto la barrera de los -20ºC.
Pondré esa cifra como límite ya que si no sería interminable la cantidad de pueblos que han bajado de los -15ºC, algunos casi todos los años. Y los enclaves mejores, han roto la barrera de los -25ºC. Esto sí son palabras mayores.
Entre estos últimos, la zona norte de las provincias de León, Palencia, Burgos y Soria tienen pueblos que son auténticos congeladores en invierno, capaces de romper dicha barrera. En la zona sur de la Comunidad castellanoleonesa, Ávila es quizá la que presenta mejores polos del frío.
Veamos las mínimas top de los últimos 70 años por esta zona:
Valdelocajos, Leon, -25
Camporredondo, Palencia, -25
El Campo Urbaneja, Palencia, -25
Rabanal de Luna, Leon, -25
Aguilar pantano, Palencia, -26
Riaño, Leon, -26'5
Camesa de Valdivia, Palencia, -27'6
Estos son estaciones que rompieron esa barrera de los -25ºC. Como vemos, Palencia y León se llevan la palma en cuanto a estaciones.
Si nos vamos a tiempos más recientes, en los últimos 10 años las estaciones más frías han sido las del club de las "V", Villaceid, Villamanín y Vidrieros, a los que hay que sumar Abioncillo de Calatañazor. Todas han registrado mínimas entre -20 y -25ºC. Incluso se reportan mínimas no oficiales de -27ºC y -32ºC no homologadas. Dentro Castilla-León también hay que destacar pueblos como Velilla del Río Carrión en Palencia (-22,1ºC), Besande en León (23,7ºC), Riofrío (Le) con -21ºC o Reinosilla en Cantabria con -23,1ºC. En la zona sur, la Garganta del Villar en Ávila ha bajado de los -21ºC.
A éstas, tenemos que añadir estaciones que nos muestran sus datos en tiempo real y que se encuentran en el Ibérico soriano o burgalés, como son Duruelo de la Sierra o Riocavado. Ambas han bajado de -14ºC este año y de -20ºC en los últimos años, aunque no lograron bajar de -25ºC.
No lejos de ellas, también en el Ibérico norte pero ya en Castilla la Mancha, Valdojos con -24,1ºC y Cantalojas con -23,8ºC en Guadalajara son las más frías de esta zona.
En otros lugares de la península también se han alcanzado los -20ºC, como en la comarca gerundense de la Cerdanya, donde Das SMC registró -21.6ºC, LLivia-Ayuntamiento -21.5ºC e Isovol SAIH -20.4ºC.
Como vemos hay bastantes enclaves realmente fríos. Se me olvida con seguridad alguna estación más que haya podido bajar de los -25ºC, pero romper esa barrera en sitios habitados es excepcional y son pocas las que lo han conseguido.
Gracias a la extensa red de estaciones Aemet, estaciones agroclimáticas y aficionados que distribuyen sus estaciones y sensores por la geografía española, ahora es mucho más factible detectar estaciones que pueden marcar registros heladores. Aunque es evidente que con el paso de los años esta posibilidad es más remota, debido al calentamiento global que sufrimos. Y bajar de -20ºC y sobre todo de -25ºC en sitios poblados ( y también en aislados), se vende cada vez más caro.
Recordemos que entre las capitales de provincia, la más fría sigue siendo Albacete con sus -24ºC de 1971, seguida de Teruel con -22ºC en 1945, Vitoria con -21ºC en el 61, Ávila con -20,4ºC en el 45 y Salamanca con -20ºC en el 63.
Hoy día parece muy lejano acercarse a esos registros.
En la próxima entrada me centraré en las estaciones del Ibérico sur. He querido dedicarle un capítulo aparte ya que es el enclave donde más estaciones han roto la barrera de los -20ºC en sitios habitados , confirmando que posiblemente sea la zona por excelencia de inversiones térmicas.
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