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lunes, 28 de marzo de 2016

Asalto al Collao Verde: Semana de Pasión

 Acabamos una Semana Santa donde en muchos sitios de la geografía peninsular, las procesiones han sido lo más típico de estas minivacaciones.

Nosotros hemos completado también nuestra particular penitencia con la procesión meteorológica que ha transcurrido desde que llegamos el miércoles a Zafrilla hasta hoy domingo, que hemos abandonado con tristeza, como siempre, el pueblo.

Ya conté hace un par de semanas que finalmente Goyo había logrado que la estación comenzara a mandar datos después de pegarse una paliza colocándola con su padre en un sitio más alto donde parece que se recibía mejor cobertura  Pero a pesar de todo las conexiones eran muy esporádicas.

El Jueves Santo iniciamos nuestra pasión meteorológica desplazándonos hasta La Veredilla corriendo, como parte de la preparación que en menos de un mes nos llevará a correr nuevamente la Maratón de Madrid. Fueron 21 km entre ida y vuelta y aprovechamos para recoger los datos del Prado Redondo, que bajó hasta los -13,1ºC el día 17 de Febrero, el más frío de este año.

Tras arreglar el problema de La Veredilla, cambiando el cable USB, reiniciando y vaciando el logger de la consola y poniendo un nuevo alimentador USB, todo volvió a funcionar correctamente. Descubrimos in situ el aire que hace justo donde está situada la estación, que es mucho menor unos cientos de metros más abajo. En próximas visitas es posible que la movamos un poco, para resguardarla del viento, que estropea las inversiones térmicas. Fue un paseo estupendo y aprovechamos para hidratarnos en Fuentes como la del Pino.

Una vez solventado este problema nos centramos en mejorar la estación del Collao Verde. Tras hacer una primera visita vimos que el modem se conectaba, pero no había suficiente cobertura para mandar datos la mayoría de veces.. Intentamos en una segunda visita subir 3 metros el modem en un palo para mejorar cobertura, pero tampoco funcionó.

Ya era Sábado, y solo nos quedaba el domingo por la mañana para un último intento desesperado. El problema era que a las 10 era la procesión y misa y no queríamos faltar.

Tras meditarlo unos minutos decidimos cambiar la estación de sitio a uno de mejor cobertura. Eso suponía tener que trasladar todo. Decidimos hacer el esfuerzo y levantarnos a las 7 (que con el cambio de hora eran las 6), y jugarlo todo a una carta.

A las 7 ya estábamos de camino para el rento, donde llegamos aún de noche. Era espectacular escuchar el canto de multitud de pajarillos aún con la noche cerrada y además lloviendo. Pude escuchar escribanos soteños, pinzones vulgares, mirlos, petirrojos, currucas, lúganos, carboneros, etc., en lo que fue un momento realmente mágico e inolvidable.


Apenas empezaba a clarear cuando ya teníamos desmontada la estación completa y fuimos a un sitio donde Goyo había detectado aceptable cobertura. Era justo en la zona entre la Fuente del Tejo y el Rento. Allí comprobamos que efectivamente la señal era estable y se podía navegar sin problemas. Tras buscar el sitio más idóneo, decidimos emplazar allí nuestra estación, mientras seguía lloviznando sin parar.

Sobre las 9 h dejamos todo conectado y aparentemente funcionando. Coloqué, o mejo dicho, casi solté la garita con los sensores en el huerto de Martín, que en gloria esté, y nos fuimos rápidamente al pueblo sin hacer más comprobaciones. No había tiempo para más.

Una vez en el pueblo comprobamos que la estación comenzaba a subir de nuevo datos de forma continua, e incluso Goyo ya ha podido conectarse desde Madrid sin problemas y activar la subida de gráficas y de fotos, antes desactivada por la cobertura tan sumamente justa.

Asistimos a la procesión y a la misa del Domingo de Resurrección con una sonrisa de oreja a oreja tras comprobar el éxito obtenido y ver que había merecido la pena todo el esfuerzo realizado, que ha sido extenuante durante los 3 días y medio que hemos pasado en el pueblo.

La vuelta, tras 500 km conduciendo para mí y algo más de la mitad para Goyo, ha sido dura por el tráfico y el cansancio acumulado, pero no podíamos estar más satisfechos.

Goyo llamó a Ángel, hermano de Martín, para decirle que habíamos puesto la estación en su huerto, poniéndose muy contento. El día de antes se la habíamos enseñado  cuando aún la teníamos en el rento, y nos dijo que jamás había imaginado que esto pudiese ser tan complicado. Se quedó realmente sorprendido cuando la vio.

Dice que el huerto es realmente frio y que a Martín había meses de agosto en los que se le helaban los tomates. A ver si es verdad y disfrutamos con unas mínimas heladoras. Seguro que a él también le gustará la idea de poner la estación en su huerto.

Tras terminar la instalación y comprobar su correcto funcionamiento hemos disfrutado de un gran Domingo de Resurrección, rematado con el lanzamiento del Judas al río Zafrilla, como marca la tradición.

Pero esas historias y otras serán objeto de otras interesantes entradas.

Para los que quieran consultar desde casa los datos del Collao Verde, lo puede hacer en la dirección http://www.meteozafrilla.net63.net 



























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