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lunes, 28 de julio de 2014

Visita a la encina milenaria de Rute











Entre las variadas excursiones que hemos hecho durante mi estancia en Julio en Rute ha estado la visita a la emblemática encina "milenaria" ruteña. La primera vez que visité este magnífico árbol fue allá por los años 90, hace casi 25 años. En este casi cuarto de siglo yo he envejecido bastante y ella se aparece ante mis ojos muy similar a esa primera vez, tan solo la fractura de una de sus más grandes ramas (que después comentaré) me hace ver algo distinto a entonces. Esa primera vez quedé impresionado por sus dimensiones, y eso que yo provengo de zona de grandes encinas y he podido ver muchas por mi querida tierra. La segunda visita la hice unos 10 años después, ya con mi primer hijo, al que llevé para que la viera. Mi tercera visita, hace unos días, ha servido para que David, mi hijo pequeño de 9 años, conozca por primera vez esta maravilla arbórea, y Sara, de 12, la vuelva a ver ya que era muy pequeña cuando fue por primera vez.

La ruta que seguimos fue la que parte de la carretera de las salinas en el polígono del mismo nombre de Rute, y nos desviamos justo al pasar el río Anzur. Un par de km más allá dejamos el coche y ya anduvimos hasta la encina, en un agradable recorrido de algo menos de 2 km, atravesando el arroyo Granadilla, que por cierto llevaba agua.

El paseo es realmente precioso, sobre un mar de olivos la mayoría centenarios, que podrían rivalizar en edad con la encina, y apostaría a que algunos la superan. La gran mayoría son de la variedad Hojiblanca, tan característica por esta zona, inconfundibles por sus reflejos plateados. Muy esporádicamente podemos ver algún Picudo, muy fáciles de distinguir por ser de hoja más oscura, bífida a veces, ancha y muy frondosos. Los olivos más viejos de ambas variedades presentan anchos troncos retorcidos, huecos en su zona central. Si estimamos que un olivo de más de 3'5 m de diámetro de tronco en la cruz tiene una edad superior a 400 años, pondría la mano en el fuego de que había olivos de más de 500 años. Y no eran pocos.

Los buitres leonados ya planeaban por encima de nuestras cabezas, oteando toda la zona, a más de 2000 m de altura, haciendo círculos sin batir ni una sola vez sus gigantescas alas, gracias a las corrientes de aire cálido que los hace mantenerse en el aire sin esfuerzo. Hay una colonia importante en Sierra Horconera, y cada vez medran más, algo que me llena de satisfacción.

Tras atravesar el mar de olivos llegamos a la encina ruteña, difícil de ver desde el sur hasta que no estás cerca, por estar oculta en una pequeña vaguada. Su visión desde el camino no da idea de sus verdaderas dimensiones, que se muestran en todo su esplendor al introducirnos bajo su copa. Una vez dentro de ella, la admiración de esta bestia arbórea te sobrecoge. La sombra proyectada por su tremenda copa, de 29x21m de diámetro, es de unos 600 m2. Su altura es nada menos que 17,50 m y su diámetro  en la cruz de 4,55m y en la base de 6,40 m. A todo esto hay que añadir que no es una encina extremadamente vieja, pues se le calculan entre 400-450 años. Ciertamente su tronco aún no presenta las verrugas y las oquedades de otras encinas más añosas, como luego comentaré. A este magnífico árbol aún le pueden quedar muchos años de vida si lo cuidamos.

Dentro de su copa me considero un ser insignificante, irrelevante, efímero. A escala humana ella es casi inmortal. En los años que habito este mundo, apenas si le habrán crecido un puñado de cm sus inmensas ramas. Y me vienen a la mente, mientras escucho el crujir de sus ramas con la tenue brisa, miles de preguntas. Habrá pasado por multitud de tormentas, olas de frío, sequías, olas de calor, y ha sobrevivido a todas ellas. Muchas encinas como ésta acaban sus días alcanzadas por un rayo que directamente las quema, o les inflige tales heridas que son puerta de entrada de infecciones posteriores y podredumbre que acaban lentamente con su vida (como la encina Gorda o Marquesa en Cáceres). Nuestra encina ha tenido más suerte.

Me pregunto cómo habrá soportado la denominada Pequeña Edad de Hielo, período que abarcó entre 1450 y 1850, caracterizado por la escasez de manchas solares que provocaron una bajada de casi 2ºC en las temperaturas medias (del que ya he hablado alguna vez). Y especialmente el Mínimo de Maunder, allá por el año 1650. Si consideramos que en Rute, la temperatura mínima registrada desde 1971 ha rozado los -8ºC ( en el pueblo), apostaría a que este dinosaurio arbóreo ha soportado mínimas por debajo de -15ºC. Tenemos que pensar que las encinas se distribuyen casi por toda la península, y que muchas se hallan en zonas bastante mas frías que Rute. En la zona del polo del frío las he visto, incluso en Zafrilla en zonas como el Collado Verde y en Cañete a unos 1100, son abundantes. Las hay en zonas tan frías como Ávila (que tiene su encina milenaria), Cuenca (en Mota del Cuervo), Navarra o la comarca de El Bierzo en León (la encina de Otero, con 24 m de copa). En cualquiera de esos sitios han podido soportar fácilmente  -15ºC cualquier invierno.




La encina de los Llanos es la más conocida en Rute y alrededores. Pero hay otra encina catalogada como especial en el libro "árboles singulares" editado por la Junta de Andalucía .Es menos conocida (yo de hecho no la conocía) pero también merece mi atención. Se trata de la encina del Acarraero en el cortijo de Arcos, unos 2 km más allá de la zona recreativa El Lanchar. Los acarraeros son zonas sombreada por árboles de gran copa donde se dejaba sestear el ganado los días del estío. Allí se acarreaba (traía) el ganado para que descansara. Es de dimensiones de copa más modesta que la de Los Llanos, aunque llega a los 26 m, con 18 m de altura. Pero es más añosa, pues tiene un diámetro de tronco mayor (5,25 m) y proyecta una copa de 450 m2. He ido un par de veces a la zona y aún no sé a ciencia cierta si he dado con ella, pues hay varias encinas dispersas de gran talla. Esta es una foto de los niños bajo la copa de una de ellas. 

Toda esta zona fue "años ha" una magnífica dehesa de encinas, que fueron arrancadas en su mayoría para sembrar olivos.Algunas zonas vírgenes quedan, como la zona del cortijo de El Lanchar o de Vichira, y en el resto quedan encinas muy diseminadas. 

No he querido limitarme a hacer solo una descripción de las encinas ruteñas. He ido un poco más allá y he profundizado sobre el tema, indagando sobre encinas similares a nivel nacional. Así que hoy hablaremos de encinas superlativas.

Oficialmente, la encina más grande de España es la Terrona (izquierda), con unas dimensiones muy parecidas a la ruteña. Mide 16,40 m de altura, más de 1 m inferior a la ruteña, y 26 m de diámetro de copa. frente a los 28,50 m de la nuestra. Su tronco es más grueso, pues mide 7,76 m a 1.60 m y 9,6 m en a base. Es de las más viejas, se le calculan unos 800 años. Su frondosidad a simple vista no es tan importante como la ruteña, quizás debido a su edad. Esta encina se encuentra en un pequeño pueblo de Cáceres, Zarza de Montánchez, y ha sido recientemente apuntalada para evitar que se rompan sus ramas debido al peso.






La segunda encina mayor de España (aunque podría ser la primera) es la de las mil ovejas (arriba), en el Valle de Alcudia, muy cerca del Valle de Los Pedroches, en el término de Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Es un árbol espectacular, con unas dimensiones que parecen aún mayores que la anterior. La altura es de unos 14 m y el diámetro llega a superar los 30 m, proyectando una sombra de casi 900 m2, capaz de resguardar mil ovejas bajo su copa, de ahí su nombre. No he encontrado medidas del tronco, pero no tiene menos de 800 años, y podría pasar del milenio. Sufre un deterioro progresivo desde los años 90, con la pérdida de una de sus ramas principales (foto de abajo). Se está intentando conservar inyectando cemento en sus grietas para evitar enfermedades, pero parece que ha comenzado su declive.

En Andalucía se ha catalogado por expertos la encina de Serón (Almería), en la Sierra de los Filabres, como el árbol más grande de la comunidad, y por supuesto la encina más voluminosa (abajo), aunque su copa es más pequeña que la encina ruteña. Se llama La Peana (abajo), y tiene una altura de 18,50 m, (1 m más que la ruteña). El diámetro máximo es bastante más pequeño que la Terrona, la de las mil ovejas o que nuestra querida encina ruteña, pues alcanza 20 metros.Tiene un perímetro 5'80 m por 4,55 m de la ruteña, lo que indica que es más vieja. Es una encina que pese a sus 600 años presenta un estado de salud envidiable y le quedarán aún muchos duros inviernos que soportar en esas frías sierras almerienses. Con el tiempo podría tomar el relevo de como encina nacional.                                                                            
Pero si seguimos buscando encinas de campeonato, en teoría la encina más grande de España se encuentra en Valdepeñas de Jaén.  Se llama La Beata y si miramos en el catálogo de árboles singulares mide 28 m de alto y la copa es de 31x30 m proyectando una sombra de 750 m2. El tronco mide 4,85 m a 1m 30 de altura, no es demasiado vieja. Pero en dimensiones de copa creo que es la campeona nacional. La podéis ver si googleáis árboles singulares de Jaén.

Continuando con encinas legendarias hablaremos de una encina conquense, no en Zafrilla, pero sí en Mota del Cuervo , en el suroeste de la provincia , denominada Carrasca Rubí (abajo), y de la que presumen sus habitantes por ser según ellos la más grande de Europa.


Habría que tirar de metro, pero ciertamente el árbol es magnífico en dimensiones, aunque se deja notar una pérdida de ramaje en su zona central, quizá signo de su avanzada edad. Pero ciertamente es un árbol para estar orgulloso. Como veis hay muchos pueblos que se enorgullecen de poseer un árbol de excepcionales dimensiones, y el lema sería "la mía es la más grande" (aquí el tamaño importa), de forma similar a " mi pueblo es el más frío, o el más caluroso".

En la zona de Cazorla hay encinas a grandes alturas, como la de Santiago-Pontones (encina de la Fuente del Roble), que se encuentra a 1460 m. Mide 15 m de altura y el tronco 4,7m, con una copa de 16 m. Me imagino los inviernos que ha debido pasar.


Castro Vetton de la Mesa de Miranda, foto por Alberto Cuervo Flores, 2014-07-08Continuando nuestro divagar 
buscando encinas excepcionales, iremos más al norte y en la provincia de Ávila, concretamente en Chamartín de la Sierra (iqda), destaca una encina también fabulosa, con 6,64 m de perímetro de tronco a 1,30 m. Es la subespecie rotundifolia o "carrasca", mientras que las que hemos comentado en el sur de la península suelen ser subespecie Quercus ilex bellotae, de bellota dulce. Se sitúa a una altura superior a los 1100 m, y soporta temperaturas anuales que varían entre los 35ºC en verano y fácilmente los -10ºC en pleno invierno En la zona de la sierra de Ávila hay una concentración muy importante de dinosaurios arbóreos (abajo), y aunque su talla no es excesiva, sus troncos retorcidos y huecos evidencian que muchas se aproximan o incluso superan el milenio.Estarían en la tercera edad, hablando a escala humana.

 Haciendo un pequeño paréntesis en nuestra visita a estos magníficos árboles, hay que decir que muchos de ellos se ven afectados por la denominada "seca" de la encina, una enfermedad de origen desconocido, aunque se sospecha que puede ser de origen fúngico, y que seca poco a poco las ramas hasta acabar con la encina por completo. Parece que es más frecuente en zonas húmedas y con temperaturas suaves, por lo que nuestra encina  no parece estar en un sitio de alto riesgo.

También frecuentemente de ven afectadas por una enfermedad denominada cecidiosis, enfermedad transmitida por un díptero ( Dryomyia lichtensteini) que provoca verrugas o cecidios en el reverso de las hojas. En su interior se alberga una larva cuya secreción provoca la formación de la verruga, que cuando son muchas acaba secando la hoja. Se transmite por pequeños mosquitos peludos, llamados "de las agallas" y también afecta al alcornoque. He visto muchas encinas afectadas por esta infección, y nuestra querida encina ruteña desgraciadamente lo está, lo que ha provocado una importante caída de hojas afectas.


[4.JPG]Si continuamos nuestro periplo descubriendo encinas superlativas, no nos podemos dejar atrás la encina de las tres patas, llamada así por su tremenda oquedad central que la hace parecer apoyada sobre un trípode. Es un soberbio ejemplar de encina que se encuentra en Navarra, concretamente en Mendaza. Desde el año 1991 se catalogó como monumento natural. Mide 15 m de altura y tiene un perímetro troncal de 7,7 m, En ese tremendo hueco caben hasta 8 personas. Se ha catalogado como el segundo árbol más longevo de España, con 1200 años, y la encina más vieja. 

El árbol más longevo, para los curiosos, parece ser la Olivera Grossa, en Villajoyosa. Hay división de opiniones pues también está el tejo de Rascafría, que anda por la misma edad. Ver el imponente tronco de este olivo impresiona. Sus datos son éstos:




  • Perímetro Basal: 9,35 m

    • Diámetro Basal: 2,98 m
    • Perímetro a altura 130 cm: 9,10 m
    • Diámetro a altura 130 cm: 2,90 m
    • Altura: 7,0 m
    • Diámetro máximo de copa: 8,7 m
    • Diámetro mínimo de copa: 8,3 m
    • Diámetro medio de copa: 8,5 m
    • Estimación de la superficie cubierta por la copa: 56,7 m2
    • Edad estimada: 1400 años







    Volviendo al tema que nos ocupa, he dejado para el final las encinas de mi tierra, el Valle de los Pedroches. Tierra de encinas como ninguna, se reparten de este a oeste por todo el valle, siendo mucho más numerosas aunque de porte más reducido en la zona de Villanueva y Cardeña, y más dispersas, grandes y añosas en el triángulo de El Viso-Hinojosa-Belalcázar-Santa Eufemia. He recorrido casi todo el término del pueblo a pie hace años en mis jornadas cinegéticas, y son numerosas las encinas viejas que encontré. Ninguna de gran copa, ya que los trabajos de poda a los que se han sometido durante años para hacer picón (carbón vegetal con el que se hacían los braseros) lo han impedido. Pero los troncos son majestuosos, retorcidos y con grandes oquedades.

    Arrancada  Estado en el que quedó la encina. Recordaré siempre la encina del puente del Guadamatilla, que fue salvajemente arrancada en 2004 durante la construcción del embalse de la Colada. Sus 12 m de altura y el perímetro de casi 9 m en su base y de 4,50m en la cruz la situaban entre las campeonas de su especie. Cuando se pensó en trasplantarla mediante el método del escayolado ya era demasiado tarde. Muchos viseños e hinojoseños lloraron su pérdida, pues la conocían desde niños, y muchos emigrantes acudían todos los años a visitarla en estas fechas (Santa Ana, patrona del pueblo). Aquí se puede ver yaciendo inerte. Seguramente habrá hecho buena leña. Este arboricidio tuvo eco incluso en el diario Córdoba ( Encina El Viso )
                                                                                                                                                            
    Hay más encinas de portes magníficos en la Península, raro es el pueblo que no se enorgullece de alguna encina, alcornoque o carrasca de grandes dimensiones. Todas ellas están catalogadas como árboles que merecen especial protección, para que generaciones venideras puedan seguir admirando su grandiosidad. 

    Y nosotros debemos protegerlas como merecen. Espero que este alegato en la defensa de estos magníficos árboles sirva de algo. 

    Esperemos no llegar a la situación de la encina Gorda o la Marquesa, en Navalmoral de la Mata, encina magnífica de 29x29 m de copa, similar a la ruteña, de casi 5 m de tronco y 22 m de altura, orgullo de los vecinos, que un rayo hirió de muerte hace años. Dejó muy dañadas ramas principales e incluso las raíces, y a pesar de las medidas tomadas es sólo cuestión de tiempo que acabe sus días. 

    Hace un par de años, el diario Lucena Hoy se hizo eco (S.O.S encina milenaria) del mal estado de la encina de los Llanos, debido a la gran fractura de más de 3 metros de una de sus ramas más largas, que gracias a que estaba muy próxima al suelo no se desgajó completamente. También se avisó de la infección por cecidiosis que padecía. El diario Andaluciasoundscape y Alsurdecordoba también reflejaron la noticia. Desde esa fecha, hace ahora 2 años, no se ha realizado absolutamente ninguna actuación para intentar remediar esta situación. Creo que el Ayuntamiento de Rute, y más concretamente su concejalía de Medio Ambiente, debería tomar cartas en el asunto y hacer algo. Porque esta magnífica encina, motivo para sentirse orgulloso de tenerla tan cerca, no sólo es patrimonio de los ruteños, sino de todos los que amamos la naturaleza.

    Yo me siento orgulloso mostrando estas imágenes de nuestra visita para que los lectores de este modesto blog conozcan esta maravilla arbórea , y espero romper una pequeña lanza para que éste y otros magníficos ejemplares dispersos por la Subbética (la encina del Navazuelo, de la Sierra de Gaena, del cortijo de Vichira, la del Tejón y la de las Vacas en Priego) puedan seguir siendo admiradas por los que nos sucedan.

    No debemos olvidar que son mudos testimonios de las magníficas zonas de dehesa con extensos encinares que antes aquí había, y que han desaparecido casi por completo por la mano del hombre.

    Sigamos conservándolas. Se lo debemos.








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