El verano no morirá definitivamente hasta la madrugada del día 23, cuando a las 4h20' entremos en la estación otoñal. Pero parece que la situación ha dado un giro de 180 º y se ha terminado por fin con el calor, que nos acompaña desde Mayo, y del que estábamos ya hasta el gorro. Los pluviómetros se han limpiado de telarañas y han comenzado a marcar lluvia,
En nuestra provincia las cantidades recogidas han sido casi testimoniales, con Trassierra con 1,5 mm como estación más destacada. Comenzó a llover sobre las 12 h, con bastante aparato eléctrico y aire, pero ha sido más el ruido que las nueces. En El Viso y Rute, extremos de la provincia al norte y al sur no ha caído ni una gota, y en la capital un pequeño chaparrón, que apenas llegó a medio litro.
Al menos se ha asentado el polvo atmosférico y se ha refrescado el ambiente, y hemos vuelto a disfrutar de ese olor a tierra húmeda cuando caen las primeras gotas tras meses de sequía.
Parece que la situación va a continuar así al menos hasta el martes próximo, con lluvias dispersas, con fenómenos tormentosos y cantidades en ningún caso grandes, al menos según los pronósticos.
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