Los climatólogos ya lo vaticinaban desde hace años. El progresivo e inevitable calentamiento global que sufrimos va a incrementar los fenómenos extremos, debido al aumento del vapor de agua generado por las grandes masas de agua, que inyectan gasolina de alto octanaje a estos fenómenos. Lloverá menos, pero lo hará de una forma más intensa y destructiva. Lo hemos visto en la temporada de huracanes en el Caribe, y lo estamos sintiendo en nuestro país. La DANA actual es la cuarta en apenas 2 meses, y se ha cebado especialmente con el Levante español, dejando una situación totalmente dantesca.
Es difícil hacerse una idea lo que puede ser una precipitación de 500 litros/m2 en 24 h, lo que viene a ser una piscina de medio metro. Si los 150 litros de hace un par de semanas caídos en Hornachuelos nos parecieron una barbaridad, imaginen lo que es más de 3 veces esta cantidad.
Aún no se sabe las consecuencias de esta terrible DANA, que será recordada siempre, y las víctimas mortales irán apareciendo inevitablemente ante la virulencia con que ha afectado la zona.
En Andalucía, afortunadamente parece que todo ha quedado en daños materiales, pero la granizada de El Ejido, y el desbordamiento del Guadalhorce en Álora nos estremecen.
Ante la pregunta de José Manuel León ayer, en el programa en directo de Hoy por hoy Córdoba de la Cadena SER, mientras me encontraba a la cabecera de un paciente completamente sedado en quirófano, donde me preguntaba si en Córdoba tendríamos fenómenos extremos como granizadas, me hizo tragar saliva y lanzarme al abismo previendo que tras revisar en profundidad los modelos meteorológicos, no me parecía que Córdoba y provincia sufrieran una tragedia de esta magnitud. Predije, no sin riesgo por mi parte, que no éramos zona 0 de la DANA, y que aunque llovería y bastante, lo haría de una forma más racional y sobre todo beneficiosa. Pero he repetido hasta la saciedad que una DANA tiene vida propia, se mueve de forma errática y caprichosa y nunca se puede descartar un fenómeno local que deje una tremenda granizada o muchos litros en poco tiempo.
Hasta ahora esos pronósticos se han cumplido y no ha habido eventos de importancia. Hasta ahora, repito. La DANA, ya convertida en una BFA, borrasca fría activa, que no es más que el reflejo en superficie de la DANA, sigue dejando y va a seguir dejando precipitaciones todo el día de hoy y mañana.
Pero el agua caída en Córdoba ha sido afortunadamente de forma más racional, y no tengo conocimiento hasta esta mañana de problemas severos, aunque los acumulados en algunos sitios han sido importantes, llegando a superar los 40 litros/m2. Una de las zonas más beneficiadas ha sido la Subbética cordobesa, que recibió poca agua de Berenice.
El radar en directo ya nos indica que se aproximan nuevas lluvias, pero no veo núcleos convectivos potentes, que puedan dejar muchos litros en poco tiempo. Y esperemos que siga siendo así, y que lo precipitado sea de una forma no torrencial, que no cause escorrentías, y que sea recogida por nuestros embalses. La tierra está saturada de agua tras las precipitaciones de Octubre, y ahora empezará a escupir esa agua hacia los embalses.
Vamos a completar un mes de Octubre para recordar. Son 160 litros en Córdoba y hasta 330 litros en Trassierra y alrededores, a los que se sumarán aún un buen puñado de litros.
Ojalá caigan de forma pausada.